La receta de hoy la escribo mientras I. come este couscous y a la vez me dice «corre, escribe la receta, que no se te olviden las cantidades!» Ahora acabo de oir un «jo…, se ha acabado» jeje. Y me pregunta: «¿Cuántas paladas de esto puedes hacer al día?» 😀
Si os digo la verdad, estaba bastante cansada del couscous, después de una época de tomarlo mucho en tabuleh. Entonces decidí darlo un giro y convertirlo en una especie de ensalada con dos de las frutas que más me gustan: las cerezas y el mango.
Por lo demás, tenéis que tomar este couscous bien frío, así que preparadlo con antelación.
Ingredientes (3 raciones):
– medio vaso de couscous
– medio vaso de agua
– sal
– un mango
– cerezas
– tres cucharadas de zumo de naranja
– dos cucharadas de vinagre de arroz
– un poco de cebolla morada picada
– una cucharada de aceite de oliva
– especias: yo usé una cucharadita de curry con menta (puede ser curry normal) y otra cucharadita de comino recién molido.
-anacardos partidos en trozos
Elaboración:
-En un cazo, ponemos el agua con una pizca de sal. Cuando comience a hervir, lo retiramos del fuego y echamos el couscous. Tapamos el cazo con un paño y lo dejamos reposar durante 10 minutos. Pasado ese tiempo, removemos el couscous con un tenedor para que quede el grano suelto. Lo dejamos enfriar y a continuación, añadimos el resto de los ingredientes, junto a un poco más de sal y pimienta negra. Mantendremos en el frigorífico durante al menos, 4 horas, para servirlo muy frío.